Publicado 24/08/2015 16:36 CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Nuevo tratamiento sugerido por la Universidad de Tel AvivEstudio israelí revolucionario: oxígeno para la fibromialgia
Un estudio israelí encuentra un nuevo tratamiento para la fibromialgia (síndrome de dolor crónico) con oxígeno reduce o elimina la necesidad de medicación. Las cámaras de oxígeno hiperbárico se utilizan en muchos países para el tratamiento de pacientes con embolias, quemaduras, intoxicación por monóxido de carbono y el síndrome de descompresión. Ahora, un estudio de la Universidad de Tel Aviv muestra que los tratamientos de oxígeno puro a alta presión también son útiles para las personas que sufren de fibromialgia, un síndrome de dolor crónico que afecta a uno de cada 70 estadounidenses, la mayoría mujeres.
El estudio, publicado recientemente en la revista PLoS ONE, describe cómo los investigadores fueron capaces de cartografiar las regiones del cerebro que funcionan mal por el síndrome, y utilizaron el tratamiento con oxígeno hiperbárico para reducir drásticamente o incluso eliminar, la necesidad de medicamentos para el dolor.
“Como médico, el hallazgo más importante para mí es que el 70 por ciento de los pacientes podría recuperarse de sus síntomas de la fibromialgia”, expresó el Dr. Shai Efrati, director del Centro Sagol de Medicina Hiperbárica y jefe de investigación y desarrollo del Centro Médico Assaf Harofeh de Tzrifin, y miembro de la Escuela Sagol de Neurociencia de la Universidad de Tel Aviv.
La fibromialgia puede ser desencadenada por un traumatismo craneal, una infección neurológica o el estrés emocional severo, y causa síntomas como el dolor musculoesquelético, fatiga, pérdida de memoria y cambios de humor. Pocas terapias se han encontrado que sean eficaces en eliminar sus síntomas.
“Esto significa que la reparación del cerebro, incluyendo la regeneración neuronal, es posible incluso para los síndromes de dolor crónicos”, añadió el investigador.
Efrati y su equipo expusieron a los participantes del estudio a dos meses de terapia de oxígeno hiperbárico. Ellos encontraron cambios significativos en la actividad cerebral y mejoras en el 70 por ciento de los participantes.
No sólo trata los síntomas.
El éxito del tratamiento permitió a los pacientes reducir drásticamente o eliminar el uso de medicamentos para el dolor. “La ingesta de los medicamentos alivia el dolor, pero no revierte la condición, lo que sí lograron los tratamientos de oxígeno hiperbárico”, dijo Efrati, quien añadió que los resultados son lo suficientemente importantes como para justificar un mayor estudio.
“Los tratamientos de oxígeno hiperbárico están diseñados para hacer frente a la causa real de la fibromialgia – la patología del cerebro responsable del síndrome”, explicó Efrati. “Esto significa que la reparación del cerebro, incluyendo la regeneración neuronal, es posible incluso para síndromes de dolor de larga duración”.
Los investigadores encontraron algunas discrepancias entre los pacientes en función del origen de la enfermedad. Cuando la fibromialgia fue provocada por una lesión cerebral traumática, por ejemplo, fueron testigos de una resolución completa sin necesidad de tratamiento adicional. Pero cuando la enfermedad fue atribuida a otras causas, como las enfermedades relacionadas con la fiebre, los pacientes requieren terapia de mantenimiento periódica.
Los investigadores continúan llevando a cabo estudios exhaustivos sobre la renovación del tejido cerebral en condiciones hiperbáricas.
Un estudio previo dirigido por Efrati y el fallecido Prof. Eshel Ben-Jacob, publicado en la misma revista en 2013, mostró que la terapia de oxígeno hiperbárico aumenta la actividad neuronal en pacientes luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular y puede ser eficaz en el tratamiento y la prevención de muchos otros trastornos cerebrales.
El presente estudio se llevó a cabo por Efrati, Ben-Jacob y científicos afiliados a la Universidad de Tel Aviv, Centro Médico Assaf Harofeh, la Universidad Ben-Gurión, el Centro Médico Soroka de Beersheva, Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, Colegio Académico de Ashkelon, Centro Médico Kaplan en Rejovot y la Universidad de Rice en Texas.
Fuente: Israel21